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viernes, 30 de enero de 2015

Auschwitz, un campo que resume todo el horror nazi

El sistema de exterminio nazi implicó a todos los estamentos del Estado, toda la administración alemana colaboró de una forma u otra. Y todo se puede resumir en un solo lugar: Auschwitz-Birkenau, de cuya liberación se cumple este martes el 70 aniversario. “No digo que cada alemán, pero sí que cada Ministerio, cada elemento organizado de la sociedad, no importa lo pacífico que pareciese, tuvo su papel''. La situación geográfica de Auschwitz, el más gigantesco campo de la muerte nazi, se explica precisamente porque allí se encontraba un importante nudo de comunicaciones ferroviario. "Auschwitz, en su destructivo dinamismo, era la encarnación física de los valores fundamentales del estado nazi".

Sólo dos meses después de la llegada de Hitler al poder, los nazis abrieron el primer campo de concentración. Pero cuando comenzaron a llevar a cabo la Solución Final, la exterminación de los judíos de Europa, el sistema de los Lager dio un salto en el horror. El Estado hitleriano instauró dos tipos de campos, los de concentración, destinados a matar con trabajo esclavo a todo tipo de enemigos políticos y a aquellos que consideraban elementos racialmente impuros, desde judíos hasta homosexuales, comunistas o republicanos españoles, y los de exterminio, destinados a la aniquilación directa de seres humanos en cámaras de gas, todos ellos situados en la Polonia ocupada.



Así, surgió una de las ideas más diabólicas de la historia, el exterminio industrial de un grupo étnico a través de cámaras de gas. Se crearon seis campos de exterminio, todos en la Polonia ocupada, todos situados cerca de nudos de comunicaciones: Chelmno, Belzec, Treblinka, Sobibor, Maidanek y Auschwitz-Birkenau. Pero este último era diferente de los demás, por su gigantismo y porque era también un campo de concentración. Birkenau, donde estaban las cámaras de gas y los hornos crematorios, era una ciudad de la muerte, que llegó a contener 70.000 presos a la vez. Pero existía todo un sistema de campos de concentración satélites, en los que se utilizaba el trabajo esclavo de los presos, sometidos también a todo tipo de tormentos de hambre, maltrato físico, miedo y terror.

Las cifras son tan salvajes que resultan casi imposibles de imaginar: por el complejo de Auschwitz pasaron 1,3 millones de deportados, de los que sobrevivieron 200.000. Un millón de los presos fueron judíos de casi todos los países de Europa, 450.000 de ellos húngaros. Murieron también gitanos, presos políticos polacos, prisioneros de guerra soviéticos, homosexuales, testigos de Jehová... Treblinka, que era un campo relativamente pequeño, estaba pensado sólo para matar. A diferencia de Auschwitz, no se producían habitualmente selecciones de presos para determinar quién debía morir y quién debía vivir. Todos estaban destinados a la muerte. Aquí, de nuevo, entre julio de 1942 y octubre de 1943, 750.000 seres humanos fueron asesinados.




Auschwitz, que estuvo operativo entre mayo de 1940 y el 27 de enero de 1945 cuando fue liberado por las tropas soviéticas, que tenía como objetivo la aniquilación física, pero también moral de las víctimas. En eso todos los campos eran iguales.




jueves, 8 de enero de 2015

Una bonita ilusión...

Los Reyes Magos
Como es normal, ya el día de Reyes es algo que disfruto más con la ilusión y la felicidad de los niños pequeños. Por suerte, tengo primos con los que puedo compartir ese día tan especial para todos. El pasado 6 de enero, me levanté, abrí mis regalos y fui corriendo a desayunar a casa de mis primos para poder disfrutar con ellos y poder ver sus caras de felicidad.
La más pequeña de todos, era la que más ilusión y felicidad transmitía a los demás. Ni desayunar me dejaba; no paraba de sacar y sacar regalos y de querer que jugara con ella. Fue un bonito día cargado de ilusión y felicidad para todos.


Aquí os dejo un vídeo de una niña pequeña cantándole a los Reyes Magos...



Doce muertos en un atentado en la revista ‘Charlie Hebdo’ en París.

El terror se apoderó ayer de Francia con un bárbaro ataque contra el corazón de los valores de la República y de Occidente en general. Al menos dos de los tres autores del atentado penetraron a tiros a media mañana en la redacción del semanario satírico y progresista Charlie Hebdo y asesinaron a quemarropa a 12 personas, la mayoría miembros de la redacción, incluido su director, Stéphane Charbonnier, conocido como Charb. Cuatro de los 11 heridos se debaten entre la vida y la muerte.
El ataque, no reivindicado durante la jornada por ninguna organización, se produce después de que Francia y los franceses hayan sido señalados como objetivos por los principales movimientos yihadistas. Charlie Hebdo, todo un símbolo emblemático de la libertad de prensa en Europa, recibía continuas amenazas desde que en 2006 publicase caricaturas de Mahoma. Los tres sospechosos identificados anoche por la policía son Said K. y Chérif K., hermanos de 34 y 32 años respectivamente, y Hamyd M., de 18 años. Los tres individuos son de nacionalidad francesa.
Los atacantes, vestidos de negro y enmascarados, penetraron en la sede de la revista, situada en el bulevar Richard Lenoir, en el distrito 11 de la capital francesa, poco después de las 11 de la mañana. Una hora antes, había comenzado en la segunda planta la habitual reunión semanal del equipo directivo, lo que indica que, muy probablemente, los terroristas tenían información de las actividades de la revista. Los atacantes, con fusiles Kaláshnikov, recorrieron las dependencias durante 10 minutos mientras disparaban a redactores y empleados a muy escasa distancia, según fuentes policiales. La mayoría de víctimas estaban en la sala de reuniones. El fiscal de París, François Molins, señaló a última hora de la tarde que fueron al menos dos los terroristas que penetraron en el edificio. El ministro del Interior, Bernard Cazenueve, dijo que en el atentado participaron tres personas. Molins indicó que los asaltantes dispararon varias ráfagas contra sus víctimas mientras gritaban “Alahu akbar” (“Alá es grande”) y decían que era “una venganza” en nombre de Mahoma.
Los terroristas realizaron una treintena en disparos. Decenas de empleados se refugiaron en la terraza del edificio, mientras escuchaban aterrorizados las detonaciones. En la revista se encontraban unos 60 dibujantes, periodistas y empleados. Además del director, entre las víctimas mortales se encuentran otros tres destacados dibujantes: Bernard Verlhac, conocido como Tignous, de 57 años; Jean Cabut, que firmaba como Cabu, de 76, y Georges Wolinski, de 80 años. También falleció asesinado Bernard Maris, prestigioso economista, periodista y habitual colaborador de la publicación.
En su huida, y de nuevo al grito de “Alahu akbar”, los terroristas dispararon y remataron en el suelo a un policía que había acudido al lugar. Su vehículo recibió 15 impactos de bala en el cristal delantero. Un segundo agente, el encargado de proteger al director de Charlie Hebdo, había sido igualmente asesinado poco antes en la segunda planta del edificio. Al menos dos de los asaltantes huyeron a bordo de un pequeño Citroën de color negro en el que habían llegado. Fue abandonado poco después a escasa distancia, tras haber chocado con un vehículo. Durante la fuga, los atacantes olvidaron un carné en el interior del Citroën, que ayudó a la policía posteriormente a trabajar en sus identidades. Los terroristas reanudaron la huida tras el accidente en otro coche que robaron.
El Gobierno elevó al máximo el nivel de alerta antiterrorista —“alerta atentado”— y desplegó a 3.000 policías en busca de los asesinos. A la vez, fueron reforzadas las medidas de protección en medios de comunicación e incluso se retrasaron las salidas de los colegios para evitar riesgos.
El presidente, François Hollande, quien se desplazó a la sede de la revista, calificó lo ocurrido de “acto excepcional de barbarie”. “Sabíamos que estábamos amenazados, y lo estamos porque somos un país de libertad”, señaló Hollande, quien convocó a mediodía una reunión extraordinaria de su Gobierno. “Ninguna barbarie terrorista podrá con la libertad”, señaló. Por la noche, y en un solemne mensaje al país, anunció para hoy una jornada de duelo nacional y calificó a los fallecidos de “héroes muertos por la libertad”.
Miles de personas salieron a las calles de una decena de localidades para protestar contra el atentado. También el expresidente Nicolas Sarkozy pidió “un frente unido contra la barbarie” ante este ataque “al corazón de Francia”. Marine Le Pen, la líder del ultraderechista e islamófobo Frente Nacional, optó por definir lo ocurrido “por su nombre”: “Un atentado terrorista cometido en nombre del islamismo radical”. Un producto, añadió Le Pen, de “una guerra no declarada” que enfrenta a los franceses con “una ideología mortífera”.
Tras el atentado de ayer, el Gobierno se ha mostrado prudente al señalar una pista concreta sobre la autoría, pero Interior considera que la del islamismo radical es “la opción probable”.